Shapewear para Diástase Abdominal: Ajuste Perfeito e Máximo Controle

Una faja para diastasis es una herramienta de soporte fundamental, pero no cierra la separación por sí sola. Su función principal es proporcionar contención y estabilidad a la zona media, ayudando a aproximar los músculos rectos abdominales y recordándote que debes activar el core. Esto crea un entorno óptimo para la recuperación y mejora la postura. Al ofrecer este soporte, facilita el proceso de recuperación natural del cuerpo y potencia la efectividad de los ejercicios específicos para la diastasis.

El tiempo de uso puede variar según la recomendación de tu médico o fisioterapeuta. Generalmente, se aconseja empezar con periodos cortos de 2 a 4 horas al día e ir aumentando gradualmente a medida que te sientas más cómoda, hasta un máximo de 8-10 horas. Es crucial no llevarla puesta durante la noche para permitir que los músculos descansen y respiren. La clave no es solo el tiempo, sino la constancia y la combinación de su uso con una rehabilitación activa.

Sí, son seguras y están específicamente diseñadas para la recuperación posparto, tanto vaginal como por cesárea. Ayudan a estabilizar el abdomen y la pelvis, alivian el dolor de espalda y proporcionan soporte a la incisión de la cesárea, reduciendo molestias al moverte. Sin embargo, es fundamental esperar la aprobación de tu médico o matrona antes de empezar a usarla, especialmente tras una cesárea, para asegurar que la herida ha comenzado a cicatrizar correctamente y no hay contraindicaciones.

La diferencia clave es su propósito y diseño. Una faja para diastasis es una prenda terapéutica de compresión media, diseñada para dar soporte al core, facilitar la recuperación muscular y mejorar la postura sin ser excesivamente restrictiva. Una faja tradicional o modeladora busca principalmente un efecto estético mediante una compresión fuerte para estilizar la figura. La faja para diastasis prioriza la rehabilitación y la funcionalidad, mientras que la faja tradicional se centra en la apariencia momentánea.

No es posible corregir la diastasis solo con una faja. La faja es una herramienta de apoyo pasivo que proporciona soporte externo. La verdadera corrección proviene de la rehabilitación activa del core, es decir, de realizar ejercicios específicos (como los hipopresivos o los guiados por un fisioterapeuta) que fortalecen el transverso abdominal y el suelo pélvico desde dentro. La combinación de la faja con una rutina de ejercicios adecuada es la estrategia más efectiva para lograr una recuperación completa y duradera.